6.1 El lenguaje en la profecía: Carácter figurado
La profecía apocalíptica requiere de un tratamiento especial debido a que
estamos ante pasajes que contienen un lenguaje altamente figurado, donde se
aplicarán los conceptos revisados desde el capítulo dos de esta parte del
libro, buscando regirnos por el método gramático-histórico. Como dice Milton
Terry:
Una interpretación acabada de las
porciones proféticas de las Escrituras Santas depende grandemente del dominio
de los principios y leyes del lenguaje figurado y del de tipos y símbolos.[1]
Estas visiones de imágenes simbólicas son representaciones celestiales de
asuntos terrenales; constituyen la manera de cómo espiritualmente son vistas
las cosas que suceden en el mundo físico, tanto en el presente, en el pasado,
pero principalmente para ilustrar algo futuro.
Por ejemplo, partiendo de la base que Dios es espíritu (Jn. 4:24, Isa
31:3, cf. Lc. 24:39), tenemos visiones que nos ilustran a Dios; imágenes que lo
muestran con una apariencia humana sobrenatural (Dn. 7:9, Hab. 3:4, entre
otros) que deben interpretarse en su sentido simbólico, como una expresión de
su poder absoluto. Hay visiones que muestran naciones como bestias (Dn. 7:17), guerras
de huestes celestiales representando guerras terrenales (Dn. 10, entre otros).
A modo de ejercicio, note en los tropos y la carga emocional del
siguiente pasaje profético apocalíptico:
Profecía sobre Egipto. HE AQUÍ QUE
JEHOVÁ MONTA SOBRE UNA LIGERA NUBE, Y ENTRARÁ EN EGIPTO; Y LOS ÍDOLOS DE EGIPTO
TEMBLARÁN DELANTE DE ÉL, Y DESFALLECERÁ EL CORAZÓN DE LOS EGIPCIOS DENTRO DE
ELLOS. Levantaré egipcios contra egipcios, y cada uno peleará contra su
hermano, cada uno contra su prójimo; CIUDAD CONTRA CIUDAD, Y REINO CONTRA
REINO. Y EL ESPÍRITU DE EGIPTO SE DESVANECERÁ EN MEDIO DE ÉL, y destruiré su
consejo; y preguntarán a sus imágenes, a sus hechiceros, a sus evocadores y a
sus adivinos. Y entregaré a Egipto en manos de señor duro, y rey violento se
enseñoreará de ellos, dice el Señor, Jehová de los ejércitos. Y LAS AGUAS DEL
MAR FALTARÁN, Y EL RÍO SE AGOTARÁ Y SECARÁ. Y SE ALEJARÁN LOS RÍOS, SE AGOTARÁN
y secarán las corrientes de los fosos; la caña y el carrizo serán cortados. La
pradera de junto al río, de junto a la ribera del río, y toda sementera del
río, se secarán, SE PERDERÁN, Y NO SERÁN MÁS. Los pescadores también se
entristecerán; harán duelo todos los que echan anzuelo en el río, y
desfallecerán los que extienden red sobre las aguas. Los que labran lino fino y
los que tejen redes serán confundidos, porque todas sus redes serán rotas; y se
entristecerán todos los que hacen viveros para peces. Ciertamente son necios
los príncipes de Zoán; el consejo de los prudentes consejeros de Faraón se ha
desvanecido. ¿Cómo diréis a Faraón: Yo soy hijo de los sabios, e hijo de los
reyes antiguos? ¿Dónde están ahora aquellos tus sabios? Que te digan ahora, o
te hagan saber qué es lo que Jehová de los ejércitos ha determinado sobre
Egipto. Se han desvanecido los príncipes de Zoán, se han engañado los príncipes
de Menfis; engañaron a Egipto los que son la piedra angular de sus familias. JEHOVÁ
MEZCLÓ ESPÍRITU DE VÉRTIGO EN MEDIO DE ÉL; E HICIERON ERRAR A EGIPTO EN TODA SU
OBRA, COMO TAMBALEA EL EBRIO EN SU VÓMITO. Y NO APROVECHARÁ A EGIPTO COSA QUE
HAGA LA CABEZA O LA COLA, LA RAMA O EL JUNCO. EN AQUEL DÍA LOS EGIPCIOS SERÁN
COMO MUJERES; PORQUE SE ASOMBRARÁN Y TEMERÁN EN LA PRESENCIA DE LA MANO ALTA DE
JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS, QUE ÉL LEVANTARÁ CONTRA ELLOS. Y LA TIERRA DE JUDÁ
SERÁ DE ESPANTO A EGIPTO; todo hombre que de ella se acordare temerá por causa
del consejo que Jehová de los ejércitos acordó sobre aquél. En aquel tiempo
habrá cinco ciudades en la tierra de Egipto que hablen la lengua de Canaán, y
que juren por Jehová de los ejércitos; una será llamada la ciudad de Herez. En
aquel tiempo habrá altar para Jehová en medio de la tierra de Egipto, y
monumento a Jehová junto a su frontera. Y será por señal y por testimonio a
Jehová de los ejércitos en la tierra de Egipto; porque clamarán a Jehová a
causa de sus opresores, y él les enviará salvador y príncipe que los libre. Y
Jehová será conocido de Egipto, y los de Egipto conocerán a Jehová EN AQUEL
DÍA, y harán sacrificio y oblación; y harán votos a Jehová, y los cumplirán. Y
HERIRÁ JEHOVÁ A EGIPTO; HERIRÁ Y SANARÁ, Y SE CONVERTIRÁN A JEHOVÁ, Y LES SERÁ
CLEMENTE Y LOS SANARÁ. EN AQUEL TIEMPO HABRÁ UNA CALZADA DE EGIPTO A ASIRIA, y
asirios entrarán en Egipto, y egipcios en Asiria; y los egipcios servirán con
los asirios a Jehová. En aquel tiempo Israel será tercero con Egipto y con
Asiria para bendición en medio de la tierra; porque Jehová de los ejércitos los
bendecirá diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y el asirio obra de mis
manos, e Israel mi heredad. (Is. 19, énfasis añadido).
[1]
Terry, Hermenéutica, pág. 144.