5.2 Reconocimiento del lenguaje no literal: Textos adversos a tropos
Existen ciertos pasajes puntuales que —debido a su carácter— marginan el
uso de lenguaje figurado ya que el propósito de estos es entregar información
objetiva. Indicaciones narrativas temporales, formadas por adverbios como:
luego, al día siguiente, pronto, inmediatamente, deben ser entendidas en su
sentido llano y directo. Datos como: acontecimientos históricos, fechas,
lugares o indicadores de tiempo, según su contexto, deben ser también tenidos
por vocablos que no puede ser figurados.[1]
Hay ciertos estilos que tienden a un sentido
literal: La Ley de Moisés,[2] capítulos sobre genealogías, textos sobre conteos,
censos, cifras y similares muestran esta característica. En contraste, los
textos proféticos, poéticos y sapienciales —por su naturaleza— tienden a amparar
una gran proporción de elementos figurados en su composición. Sobre este
atributo en los estilos nombrados, más que una regla es una consideración; como
se ha visto, la prosa Bíblica es bastante más figurativa que la actual, por lo
que adicionalmente se deben considerar los otros criterios de este capítulo
para tener una opinión más concluyente.