12.11 Evangelios III: en el monte de los olivos: Señales cósmicas I
E inmediatamente después de la
tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su
resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos
serán conmovidas. (Mt. 24:29).
Continuando, y tal como se ha analizado en el capítulo siete, la
referencia a señales cósmicas no es más que el típico lenguaje profético
empleado por los hebreos, común dentro un discurso apocalíptico donde se
profetiza la destrucción de un reino por parte de otro como juicio de Dios,
como se puede detallar a continuación:
Referencia |
Texto |
Cumplimiento |
Am. 5:18, 5:20, 8:9 |
¡Ay de los que desean el día de Jehová! ¿Para qué
queréis este día de Jehová? Será de tinieblas, y no de luz… ¿No será el día de Jehová tinieblas, y no luz;
oscuridad, que no tiene resplandor?... Acontecerá en aquel día, dice Jehová el Señor, que
haré que se ponga el sol a mediodía, y cubriré de tinieblas la tierra en el
día claro. |
Asirios destruyendo a los israelitas de las 10
tribus del norte en el 722 a.C. Exilio. |
Is. 13:10,
13 |
Por lo cual
las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se
oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor… Porque haré
estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación
de Jehová de los ejércitos, y en el día del ardor de su ira. |
Asirios
destruyendo a los babilonios en el 689 a.C. |
Jl. 2:1-2,
2:10, 2:30-31, 3:15 |
Tocad
trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los
moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano. Día de
tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra; como sobre los montes se
extiende el alba, así vendrá un pueblo grande y fuerte; semejante a él no lo
hubo jamás, ni después de él lo habrá en años de muchas generaciones… Delante de
él temblará la tierra, se estremecerán los cielos; el sol y la luna se
oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor… Y daré
prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. El sol se
convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y
espantoso de Jehová… El sol y la
luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor. |
Caldeos
destruyendo a los judíos en el 586 a.C. Exilio. |
Jer. 4:27-28 |
Porque así
dijo Jehová: Toda la tierra será asolada; pero no la destruiré del todo. Por
esto se enlutará la tierra, y los cielos arriba se oscurecerán, porque hablé,
lo pensé, y no me arrepentí, ni desistiré de ello. |
Caldeos
destruyendo a los judíos en el 586 a.C. |
Is. 50:3,
51:6 |
Visto de
oscuridad los cielos, y hago como cilicio su cubierta… Alzad a los
cielos vuestros ojos, y mirad abajo a la tierra; porque los cielos serán
deshechos como humo, y la tierra se envejecerá como ropa de vestir, y de la
misma manera perecerán sus moradores; pero mi salvación será para siempre, mi
justicia no perecerá. |
Caldeos
destruyendo a los judíos en el 586 a.C. |
Is. 34:4 |
Y todo el
ejército de los cielos se disolverá, y se enrollarán los cielos como un
libro; y caerá todo su ejército, como se cae la hoja de la parra, y como se
cae la de la higuera. |
Caldeos
destruyendo a los idumeos en el 583 a.C. |
Ez. 32:7-8 |
Y cuando te
haya extinguido, cubriré los cielos, y haré entenebrecer sus estrellas; el
sol cubriré con nublado, y la luna no hará resplandecer su luz. Haré
entenebrecer todos los astros brillantes del cielo por ti, y pondré tinieblas
sobre tu tierra, dice Jehová el Señor. |
Caldeos
destruyendo a los egipcios en el 568 a.C. |
Hab. 3:11-12 |
El sol y la
luna se pararon en su lugar; A la luz de tus saetas anduvieron, Y al
resplandor de tu fulgente lanza. Con ira hollaste la tierra, Con furor
trillaste las naciones. |
Persas
destruyendo a los caldeos en el 539 a.C. |
Como es claro en estos 15 ejemplos, no se debe esperar literalmente que
en el año 70 d.C. el cielo se haya caído: que la luna, las estrellas y el
planeta Tierra mismo dejen su órbita natural y que ocurriera un caos
cosmológico —como entienden los partidarios del uso de métodos de
interpretación literalista rígido— sino que a la luz del lenguaje y la
imaginería hebrea se observa que se trata de una invasión a un pueblo juzgado
por Dios,[1] utilizando como
instrumento a otro pueblo más fuerte, así como en este caso, los romanos.
Pasajes como Is. 10:1, Jer. 25:5, Ez. 30:10 o Hab. 3:16, hablan explícitamente
que ciertos pueblos o gobernantes son los instrumentos del Señor para ejecutar
estos ‘días de Jehová’ sobre el pueblo condenado. Como se explica en el
capítulo siete, los ejemplos anteriores del Antiguo Testamento tampoco apuntan
a un acontecimiento final de Dios donde supuestamente se acabaría todo lo
creado —ni lo prefiguran—, sino que en sí cada profecía tiene su cumplimiento
propio. Como se ha explicado anteriormente,[2] las figuras e
imágenes de la profecía apocalíptica son representaciones celestiales de
acontecimientos terrenales: es como desde el mundo celestial se simboliza lo
que ocurre u ocurriría en el mundo terrenal.
El origen de la figura acerca de la conmoción y oscurecimiento de los
astros está en la naturaleza de la misma invasión y la manera en que se
desarrolla. Si bien, hay una comparación pragmática entre el cosmos colapsando
y la ciudad cayendo a manos de ejércitos invasores, donde el punto de
comparación es la calamidad que significa, el origen de la figura puede estar
en la comparación perceptual que hay en una guerra. Se debe considerar el polvo
que generan los escombros cayendo de los muros, la marcha y el alboroto de los
litigantes, junto con humo que emana de los incendios de casas y quemas de
cultivos en las afueras de la cuidad; partículas suspendidas en la atmósfera
que generan obstrucción del paso de la luz proveniente del sol y los otros
astros. En este sentido, en medio de una guerra —desde la perspectiva humana—
el sol y los astros se oscurecen, dando lugar a una comparación perceptual donde
la falta de luz es el punto de comparación, tal como se analizó anteriormente.[3]
[1]
Ver capítulo siete: El día de Jehová, sección sobre Los días de Jehová, donde
se incluyen otros pasajes y más imágenes proféticas apocalípticas.
[2]
Ver capítulo seis: El lenguaje en la profecía, sección sobre Carácter figurado.
[3]
Ver capítulo siete: El día de Jehová, comentario sobre Is. 13:10.